Las posturas se han acercado hasta aparecer por el horizonte la posibilidad de un próximo acuerdo, tal y como ha podido saber MARCA. La fuerte indemnización (cifra muy cercana a los 100 millones de euros) a la que una segunda marca debería hacer frente en caso de ruptura unilateral de un contrato con vigencia hasta 2026 y la voluntad de Adidas de encontrar un punto de acuerdo han sido factores clave para que lo que parecía una historia sin retorno, llegue a buen puerto.