Volvió a anotar esa cantidad (dos de penalti) el 5 de mayo, en la anteúltima fecha ante Espanyol, que el Barcelona ganó 4-0 y fue el último partido dirigido por Guardiola. La semifinal ante el conjunto «che» fue durísima y se tuvo que disputar un partido de desempate en el estadio Santiago Bernabéu tras empatar en Los Cármenes a cero y a 1 en Mestalla, que el conjunto granadino ganó por 3 a 1 (goles de Arsenio, Carranza y Vázquez para los granadinos y de Ricardo para los valencianos.