El 10 de agosto, Messi firmó con Paris Saint-Germain un contrato por dos años con opción de extenderlo una temporada, con un salario de 36,5 millones de euros y usaría el dorsal 30, el mismo con el que debutó en el Barcelona. La construcción del estadio lleva parada desde febrero de 2009 por falta de liquidez al no haberse podido vender el suelo del actual Mestalla por la crisis inmobiliaria que bajó enormemente el valor del suelo y por el gran endeudamiento del club tras la mala gestión de Juan Soler.