La intención como siempre es sacarle la mayor cantidad de unidades a la Vecchia Signora que siempre tiene su recuperación en la temporada. Al finalizar la siguiente temporada en Segunda División, el Levante se vio obligado a traspasar a sus mejores jugadores ante el desfase económico que presentaba. No consiguió cerrar importantes renovaciones en el equipo ni la llegada de ningún central, y presentó su dimisión el 29 de junio tras solo cinco meses en el cargo y tras la destitución por parte del club del técnico Albert Celades.